Difícil de impresionar

Supe de un campesino que para dedicar su vida a la meditación espiritual se apartó del mundo en la profundidad de un bosque. Durante años vivió en perfecta armonía con los animales, con el viento y con su dios, quien le concedió dones especiales que no consignaré aquí para evitar que tu atención se desvíe hacia lo impresionante y pierdas el verdadero motivo del relato. Cuentan los antiguos que un famoso mago se le apareció en mitad de la noche y le habló de los secretos de la alquimia, del origen de los astros, de la profundidad del mar y de todos los deseos ocultos de los hombres; pero el campesino no se impresionó y antes de la llegada del alba ya estaba convencido de la estulticia de su interlocutor. Nada podía representar un especulador de los saberes humanos delante de un hombre en permanente contacto con su dios. Lo más bello del mundo es asqueroso delante de lo más simple del espíritu. el diamante más hermoso es simple piedra delante de la saliva de un ángel. El campesino le respondió con cuatro palabras tan simples que hicieron al mago revolcarse en su propia ignorancia, por cuanto decidió partir y nunca más se vieron.